De necesidad, miedo y oscuridad

Llevo un tiempo navegando en la incansable necesidad de encontrarme a mí misma. Parece increíble pero, contra todo pronóstico, decidir buscarme la vida por cuenta propia y siguiendo únicamente el camino al que mi corazón o mi alma (o lo que sea) me empuja me está costando. Quién me iba a decir a mí que la rutina, eso que tanto odio, resultó ser lo que equilibraba esta loca personita. La conclusión es que siento que voy a la deriva, sin rumbo fijo, con una caja llena de ideas bajo el brazo que mis limitadas manos no llegan a gestionar. 

Creciendo

Me apasiona reafirmarme, comprobar que lo que hago es lo que quiero hacer, que lo que pienso es lo que me nace, que hay coherencia aquí dentro, esa tantas veces asustada cuando se ve cuestionada por la mente y sus (mis) miedos.

Este fin de semana ha sido agotador, pero maravilloso. Mi prima (y tantísimas otras cosas, tantas que no caben ni en cien mil palabras) vaticinó al inicio de estos tres intensos días que lo que en ellos estábamos a punto de vivir marcaría un antes y un después en nuestras vidas. Decir que así ha sido es quedarse corta.

Espectacular

 Clicando aquí tu alma se hinchará como un globo.

Palabra.